Día 4: Beijing, Ciudad Prohibida y Palacio de Verano

Hoy era nuestro primer día con guía, la ruta era: Plaza de Tiananmen, Ciudad Prohibida y Palacio de Verano.

Puntuales a las 8’30 estaba nuestro guía, que se llamaba Juan (se buscan un nombre parecido al suyo en pronunciación), y la misma conductora del transfer.

PLAZA DE TIANANMEN (TIAN’ANMEN)

Es la plaza más grande del mundo (880 metros de norte a sur y 500 metros de este a oeste), a día de hoy Tiananmen sigue dominada por el retrato de Mao en la Puerta de la Paz Celestial, que da acceso a la Ciudad Prohibida.

En la parte sur de la plaza está el mausoleo de Mao. En el centro de la plaza hay un obelisco de granito, que es el Monumento a los héroes del pueblo. Este fue el lugar donde se concentraron los manifestantes en 1989. A la izquierda de la plaza está el Gran Salón del Pueblo donde tienen lugar los encuentros políticos. Y a la derecha el enorme y recién renovado Museo Nacional.





Hablando con el guía, Santi le hizo una pregunta de política y nos dijo, que allí en la plaza no se podía hablar, que habían muchos agentes de secreta. Cruzamos por un paso subterráneo para llegar a la Ciudad Prohibida.

CIUDAD PROHIBIDA (ZIJING CHENG)

Horario: 8’30 a 17 horas.
Precio: 60 ¥.


Al igual que el Templo del Cielo, es patrimonio de la humanidad desde 1998.

Fue la residencia de las dinastías Ming y Qing, y el centro político del Imperio Chino durante casi cinco siglos. En los trabajos de construcción participó más de un millón de trabajadores.

Construida en 1406 y finalizada en 1420. El palacio cuenta con 9.999 habitaciones. Paredes de 10 metros de altura rodean el palacio, reforzado por un foso y altas torres de observación.

El nombre hace referencia a la imposibilidad de entrar o salir de sus muros sin la autorización del Emperador, en la actualidad la mayoría de chinos lo conocen como “el Antiguo Palacio” (Gu Gong).

Entrando por su puerta principal “Puerta de la Paz Celestial” (Tian’an Men) lo primero que nos encontramos son las estancias administrativas, después los pabellones privados de los emperadores, y finalmente los jardines de palacio.





La primera visión al entrar en la Ciudad Prohibida es espectacular, al fondo está el SALÓN DE LA ARMONÍA SUPREMA (TAIHE DIAN), que es el mayor de toda la ciudad, aquí se proclamaban los nuevos emperadores; en el enorme patio que le precede se acogían hasta cien mil personas en las audiencias imperiales.



Luego vas avanzando y vas viendo salas y más salas, no es que se convierta en una visita aburrida, pero claro ya no te llaman tanto la atención, y más después de la primera sala que es espectacular.





La visita nos llevó unas dos horas, y eso que llevábamos guía e íbamos rapiditos.

Saliendo por el norte de la Ciudad Prohibida, accedimos a una colina que tiene hermosas vistas; esto no lo teníamos incluido previamente, pero se lo comentamos al guía y no puso ningún problema.

PARQUE JINGSAN

Horario: 6 a 19 horas.
Entrada: 2 ¥.


Así se ve desde la Ciudad Prohibida.


Se construyó con la tierra excavada de la Ciudad Prohibida, y desde su colina se tienen unas hermosas vistas de la ciudad, pero sobre todo de la Ciudad Prohibida. Se sube por unas escaleras que van serpenteando a través del parque.






Al bajar nos esperaba nuestra Lola para llevarnos a nuestro siguiente destino que era el Palacio de Verano, tardaríamos unos 30 o 40 minutos en llegar.

PALACIO DE VERANO (YIHEYUAN)

Horario entrada principal: 6’30 a 18 horas.
Precio: 60 ¥.


Al llegar en la entrada había un montón de gente, pero como es un recinto tan grande luego ya se va dispersando y ya no parece que haya tanta gente. También es Patrimonio de la Humanidad desde 1998.

Todo el conjunto está construido alrededor del lago principal (artificial), junto a él se van ubicando los edificios que servían como residencia de verano al Emperador y su corte, que huían del calor de la capital; llegaban aquí en bote a través de canales desde la Ciudad Prohibida.





Una de las cosas más destacadas es un gran pasillo CHANG LANG, que es una galería cubierta que recorre la orilla del lago, (tiene una longitud de 728 metros), lo ordenó una emperatriz para poder pasear y no preocuparse por las inclemencias del tiempo.



Otra de las cosas a destacar, es un barco de piedra QINGYANG FANG donde la emperatriz tomaba el desayuno y el té; tiene una longitud de 36 metros.


Después cogimos uno de los barcos que cruza el lago (no recuerdo el precio, pero serían 10 ¥ o algo así). Es un paseo muy agradable y con grandes vistas.





Es un trayecto cortito, pero te acerca a la otra parte y desde allí se tienen las mejores vistas del lago y todo su entorno.





Hicimos la vista en 2 horas escasas, y la verdad es que sabe a poco, ya aquí puedes pasar perfectamente toda una mañana; pero todavía había que volver a la ciudad y comer; y ya comenzábamos a tener hambre.

Volviendo a la ciudad le comentamos a Juan que nos gustaría ir a un sitio a comer, fuera del turismo, un sitio que fuera habitual de gente como él.

Y aparecimos en un sitio local, muy limpico y muy sencillo; y esta era la carta.


Le fuimos preguntando que se comía allí, y principalmente eran los dumpings, nos pedimos un montón para todos y unos tallarines que resultaron ser en plan ensalada y fríos, y para beber como siempre refrescos y cervezas. El sitio era supersencillo, vasos de plástico, no habían tenedores (los que se ven son los nuestros de plástico), no habían ni servilletas. Pero la comida y bebida para los cinco nos costó 70 ¥. Comimos muy bien, y fueron los mejores dumplings de todo el viaje.




Le dijimos que comiera con nosotros, porque la verdad es que el chico era muy agradable, y accedió pero nos costó un poco convencerlo; aunque comió y rápidamente se fue con Lola (la conductora).

Tras la comida vuelta al hotel que con el tráfico de la ciudad, casi nos costó 1 hora. La visita que habíamos contratado era de 8 horas, así que como nos habían recogido a las 8’30, a las 4’30 ya finalizaba nuestro día con ellos.

Después de pasar por los apartamentos a cambiarnos de ropa y poco más, nos fuimos hacia una zona más moderna, SALITUN, aquí es la zona de las embajadas y de locales modernos y de nivel.

La parada de metro estaba claro que era TUANJIEHU, pero lo de la salida, esta vez no estaba tan claro ya que habíamos modificado un poco los planes. Aquí tuvimos un momento divertido, viendo planos en chino e intentando llegar a alguna conclusión, sobre qué salida elegir.


Primero fuimos a SANLITUN YASHOW MARKET (en 58 Worker’s Studium) es un centro comercial de copias de todo tipo de artículos y también se pueden conseguir souvenirs en la 4ª planta. Aquí compramos algunas cosillas, tras varios regateos, unos nos más duros y otros más fáciles; pero nosotros llevamos a Santi, que se desenvuelve estupendamente en esto del regateo. Tampoco compramos mucho, porque la verdad es que al final es un poco agotador estar todo el rato regateando. Una chaqueta de forro polar de una escudería automovilística, que comenzó por 480 ¥ y se la llevó en 150 ¥; varias camisetas Ferrari a 60-70 ¥ cada una; y 16 imanes por menos de 30 ¥, echar cuentas y veréis que el imán nos salió a 20 céntimos.

Y al lado se encuentra un centro comercial modero al uso, SANLITUN VILLAGE. Un poco lioso para mí gusto, ya que está compuesto de varios edificios aislados; dimos una vueltecilla y ya está.


Así que como tras una pequeña vuelta, esto tenía poco de interesante, Alfredo, Santi y yo nos fuimos a por unas cervecitas. Por cierto por China en los pubs una de las marcas habituales de cerveza es Carlsberg, que es mi favorita.


Y para cenar elegimos un restaurante llamado UNION BAR GRILLE, que es un restaurante moderno de estilo europeo, la comida estaba muy buena; el pan de mi sándwich estaba de vicio. La cena de los cinco nos costó 800 ¥, creo que fue la comida más cara de todo el viaje.


Pedazo de pantalla que tienen en el centro comercial.

Para volver a los apartamentos, Luis, Lourdes y yo volvimos en taxi, nos costó encontrar uno; luego al día siguiente el guía nos dijo que muchos no saben leer y sí ven a un extranjero no paran porque es un problema, el trayecto nos llevó unos 15-20 minutos sin tráfico, y nos costó 20 ¥.

Y Alfredo y Santi decidieron volver en tuctuc, nosotros les decíamos que estaba demasiado lejos para ir en tuctuc, pero ellos querían aventura, y aventura tuvieron. Acordaron con uno el precio, que fue de 30 ¥, cuando llevaban un rato se estropeó y les dejo tirados, pero a pesar de ello el tío quería cobrar toda la carrera, pero le dieron 10 ¥. Se quedaron tirados sin plano y sin saber donde estaban, ya que yo me había llevado la mochila. Comenzaron a andar sin saber muy bien a donde ir, y encontraron una parada de metro, cuando ya creían que estaban salvados al entrar en el metro les echan porque ya estaba cerrado. Finalmente encontraron otro tuctuc que por 30 ¥ les llevó. Vamos que al final les salió más caro su viaje que el nuestro.

Unos vídeos de la aventura (el primero, uno intermedio y el último).




A la llegada a los apartamentos.


Mañana nos espera ni más ni menos que la Gran Muralla.

2 comentarios:

  1. Vaya pasada la plaza y todo lo que vistéis este día. La diferencia entre el precio del almuerzo y de la cena fue considerable! A mí lo del regateo también me agota, compro poco si hay que regatear, no me siento cómoda, jeje. Vaya tela la aventura del tuctuc, yo me hubiese ido en el taxi, jajaja. Estupenda entrada para variar.

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  2. Veo que te estás leyendo el viaje día a día. Lo de la comida y la cena fue todo un contraste. Y lo de regatear a nosotros tampoco nos gusta, pero a Santi se le da genial.

    Saludos. Cati.

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